El objetivo de nuestro modelo de acompañamiento es facilitar procesos de incorporación social para que las personas adquieran el mayor grado de autonomía y los mejores niveles de calidad de vida posibles. 

Lo que ofrecemos a cada persona debe estar ajustado a sus características y su momento vital y está guiado por un Plan Individualizado General, que funciona como marco de todo nuestro apoyo a la persona. Este plan, en coherencia con el Instrumento Técnico Común para la Valoración y Diagnóstico de la Exclusión Social del Gobierno Vasco, se centra en los siguientes ámbitos vitales:

Nuestro modelo de acompañamiento es el resultado de un proceso de reflexión colectiva desarrollado en Bizitegi. Es un relato, en el que, de manera tanto verbal como visual, destacamos 10 principios. Cada uno de ellos lo explicamos a través de una serie de enunciados, que conforman un sistema de valores; que hay que comprender, de manera simultánea, desde la mente, los sentimientos y las emociones.

 

Somos personas que acompañamos a personas
por medio de procesos de vinculación mutua
cuidando y dejándonos cuidar.
Lo hacemos en equipo
con profesionalidad
con calidez, desde el corazón
en un camino de acompañamiento recíproco
con actitud de co-responsabilidad.
En constante movimiento, orientado a mejorar
para promover proyectos de vida buena
elegidos libremente por cada persona.
Siendo parte de la comunidad
trabajando para que evolucione y cambie
para ser más inclusiva.

En equipo: Desde la aceptación mutua, el respeto, el reconocimiento y el apoyo emocional; siendo importantes, tanto la sinceridad, la escucha, y el contraste; como el bienestar y el apoyo a las decisiones de cada componente.

Cuidando: Cuidar y cuidarse, con el apoyo del equipo, generando buen ambiente, con relaciones afectivas sanas apoyadas en la escucha y la flexibilidad.

Vínculo: Respeto a los valores de la otra persona, a través de la interacción recíproca. Apoyo y confianza mutua; comunicación y conexión emocional. Todo ello marcado por el rol de cada persona en la organización y el mantenimiento de la distancia vincular adecuada a cada situación.

Acompañamiento: Situarse al lado de la otra persona. Se da en el marco de una relación temporal, dinámica y libre; en la que las partes dan y reciben, desde la aceptación, escucha y el respeto de los valores y ritmos de la otra persona.

Profesionalidad: Escucha, conexión emocional, apertura al cambio y actitud de diálogo. Se da en equipo, en el marco de la organización, y regulada por una relación laboral.

Co-responsabilidad: Aportar al bien común, cada persona desde su rol, respetando el papel de las demás. Tomando decisiones individuales, basadas en unos criterios comunes que conforman la cultura organizacional. Marcar objetivos alcanzables, valorando adecuadamente los medios; asumir las consecuencias de las decisiones, propias e implicarse en las ajenas, desde el reconocimiento mutuo.

Cambio social: Destacan valores como dignidad, diversidad, igualdad de oportunidades o cooperación. Asumirlo conlleva realizar de actividades de sensibilización, de denuncia, elaborar propuestas de acción constructivas y viables, y guiar nuestro día a día según dichos valores.

Comunidad: Nos aporta pertenencia, identidad y reconocimiento. El barrio es el contexto comunitario por excelencia. Participar en dicho entorno implica esfuerzo y genera efecto, tanto sobre las personas, como en la sociedad.

Calidad (dez) de vida: Una vida feliz supone llevar adelante un proyecto de vida significativo, guiado por nuestros valores y expectativas vitales. Son importantes unos niveles mínimos de bienestar material, y un mundo relacional, afectivo, satisfactorio.

Mejor: Actitud de movimiento y búsqueda, desde la propia identidad, en encuentro con las otras personas.

Económico-laboral, residencial:

  • Disponibilidad, estabilidad y cuantía de ingresos. Gastos en alojamiento y vivienda, y en bienes y servicios básicos y no básicos.
  • Condiciones laborales y de ocupación de la persona.
  • Derechos y prestaciones sociales a las que tiene acceso.

Convivencial:

  • Situación en la que se encuentra la persona con respecto al alojamiento.
  • Vínculos de afecto, relaciones y apoyo social recibido por parte de las personas y grupos de su entorno.
  • Establecimiento de rutinas para dar cobertura a las necesidades básicas.

Personal:

  • Competencias sociales, cognitivas e instrumentales.
  • Nivel de formación, información y capacitación.
  • Nivel de energías que impulsan la dinámica de la existencia.
  • Sentido de realidad, motivación para el cambio y utilización de los sistemas de protección social.

Salud, socio-sanitario:

  • Situación de la salud de la persona (física, mental y consumo de tóxicos), y de las acciones encaminadas a mejorar o estabilizar la misma: atención sanitaria y tratamiento.
  • Nivel de discapacidad o dependencia de la persona y reconocimiento de los derechos derivados de la misma.

Social:

  • Nivel de adaptación e integración del individuo en el modo de vida existente en su contexto comunitario.
  • Grado de satisfacción de la necesidad humana de relaciones sociales y vida social, mediante la realización de actividades vinculadas al desarrollo de las relaciones sociales y vida social.

A través de nuestra red de servicios ofrecemos las prestaciones individuales y grupales, que creemos apoyan este objetivo. Organizamos estas actividades en diferentes tipologías:

  • Derechos y obligaciones: Informan, orientan y asesoran sobre derechos sociales. Y por otro a promover y facilitar el acceso a los mismos.
  • Prelaborales: Favorecen la adquisición de hábitos prelaborales (puntualidad, constancia, interés por el aprendizaje, motivación, manejo de herramientas, responsabilidad, etc.), que les sean útiles en la consecución y mantenimiento de un puesto de trabajo.
  • Orientación formativa y/o laboral: Orientación y acompañamiento para ofrecer herramientas necesarias para enfrentarse al mercado laboral.
  • Referencia: Apoyo individual que busca implantar y mantener avances en cada una de las dimensiones de la persona, mejorando la calidad de vida de la misma.
  • Vinculación: Fomentan la acogida, integración y sentido de pertenencia a los dispositivos de atención, favoreciendo su vinculación a los mismos.
  • Asambleas: Posibilitan un espacio de expresión común para enriquecer los procesos personales de cada persona usuaria con las aportaciones de iguales.
  • Actividades de ocio y lúdicas: Proporcionan experiencias de ocio satisfactorio y saludable. Y fomentan la autonomía en el disfrute del mismo.
  • Técnicas e instrumentales: Permiten la activación de las personas usuarias mediante su participación en actividades manuales que fomentan la adquisición de hábitos y el desarrollo de destrezas.
  • Formativas: Fomentan el desarrollo de capacidades y habilidades de la persona a través de actividades de aprendizaje teórico y práctico.
  • Competencias sociales, cognitivas e instrumentales: Fomentan el desarrollo de capacidades y habilidades de la persona mediante la participación en tareas gratificantes y enriquecedoras desarrolladas en un contexto grupal.
  • Salud: Están encaminadas al cuidado de la salud y el bienestar, tanto físico como mental.
  • Sensibilización / Denuncia: Contribuyen a la transformación social de aquellos entornos en los que trabajamos, impulsando y fortaleciendo nuestra presencia en la comunidad como asociación desarrollando la misión, visión y valores.
  • Trabajo comunitario: Impulsan y fortalecen nuestra presencia activa en la comunidad. Pueden estar relacionadas con los diferentes niveles de la participación comunitaria, que van desde el uso de recursos comunitarios hasta la prestación de servicios a las personas o colectivos del entorno.