Esta semana hemos realizado diferentes encuentros para presentar la renovación del Centro de día ONARTU. Lo hemos abierto a las personas de Bizitegi, a las entidades del sector y al barrio (Rekalde y Peñaskal). Y hemos renovado ante ellos nuestro compromiso con un proyecto de inclusión social para las personas sin hogar desde la baja exigencia.
Este proyecto desarrollado por BIZITEGI desde hace más de 17 años ha sufrido los impactos propios de la evolución de la sociedad. Aunque sigue manteniendo la esencia de un programa de reducción de daños destinados a ofrecer un lugar de cobertura de necesidades básicas y de información. Sin exigir a cambio compromisos de modificación de conducta o de inicio de procesos personales: el respeto a la convivencia es la única condición para continuar utilizándolo.
El centro, como la vida de muchas de las personas que lo han utilizado a lo largo de los años, sufrió en primera persona la amargura del rechazo social cuando planteó su traslado a otro barrio de Bilbao en un local mucho mejor preparado para su atención: se encontró con el rechazo vecinal y la falta de apoyo institucional. Ello generó sufrimiento a la organización, pero no produjo el cuestionamiento del proyecto. Por eso hoy BIZITEGI ha renovado el centro con la intención de seguir dando una mejor atención a las personas.
La presencia de las entidades del sector y del barrio, no es ni casual ni meramente protocolaria. Entendemos que solamente en red con otros recursos, y con una comunidad abierta a las personas es posible dar pasos hacia una inclusión real de las personas.
El proyecto lo hemos renovado por dentro y por fuera, cambiando la estructura interna del equipo y ampliando las capacidades del local, para poder responder mejor a las situaciones de las personas que sin duda también siguen y seguirán cambiando, pero que tendrán en ONARTU un apoyo cuando así lo necesiten.