Historias del Voluntariado
“Compartir mi tiempo en la asociación Bizitegi es absolutamente enriquecedor y ha sido uno de mis anclajes ante la dura tristeza por la muerte de mi hermano.
Somos personas con inquietudes sociales, personales y comunitarias que creemos que una sociedad mejor es posible.
He adquirido un compromiso conmigo misma y con la sociedad, yo quiero contribuir a la mejora de la situación de las personas que se encuentran en situación vulnerable. Desde ahí, comparto mi tiempo, me ocupo y me implico.
No quiero quedarme de brazos cruzados cuando hay tanto por hacer en nuestro entorno.
El voluntariado es un camino en dos sentidos, me beneficia a mí y a las personas en Bizitegi a las que, con mi aportación, complemento.
Conecté con los valores de solidaridad, igualdad y sociedad sin exclusiones que destacan en Bizitegi y, por supuesto, con mi deseo de transformación.
En esta sociedad en la que vamos tan rápido, ponemos el foco en lo individual no en lo comunitario.
Con el voluntariado descubres que hay otros mundos paralelos, realidades que desconocemos.
Siento que ayudar es una forma de aportar alegría a mi vida y de mejorar la vida de los demás creando además lazos con la comunidad.
Está siendo una experiencia maravillosa y recomiendo a todo el mundo que pruebe, al menos, una vez en su vida algún programa de voluntariado”.
Piedi de la Hoz
“El voluntariado me hace reconectarme con las personas de verdad, de carne y hueso y conmigo misma, más allá de las apariencias y el postureo”.
María Dolores Rodríguez
“Hace más de tres años, que además de participar en Bizitegi como persona usuaria, también soy voluntario de la asociación acompañando a personas que habían sido usuarias y que ahora viven en una residencia para mayores.
La experiencia es del todo positiva, porque, aunque por un lado se necesita de una capacidad de esfuerzo y tolerancia al dolor para llevar a cabo la acción, por otro lado, cuando la persona a la que visitas me ve entrar por la puerta y nuevamente salen de la resi, para ir a dar una vuelta, todo el esfuerzo, siento, merece la pena”.
David Fernández Pastor
“Tus logros son mis logros. ¡No imaginas la alegría que me producen!
Tus penas y sufrimientos son también míos. ¡Los siento en el fondo de mi corazón!
TÚ, YO, “NOSOTRAS” aprendemos, paseamos por Bilbao, hacemos gestiones, tomamos café, nos reímos, lloramos, disfrutamos… y JUNTAS seguimos caminando”.
Inmaculada Cereceda
“Abrir una ventana a la vida de los otros
Escuchar otros latidos en tu corazón,
Hacer visible otras realidades invisibles
Acto de gratuidad y de generosidad
Explorar otros espacios en lugares ajenos
Acompañar al otro es acompañarse a uno mismo
Crear vínculos sociales y emocionales, tender puentes, cuidar la vida en común,
Devolver a la sociedad una parte del tiempo
Dar y recibir, recibir y dar son actos que nos hacen más humanos
Transformar nuestra mirada, acompañarnos juntos
Dar la mano, colocar la mano en el hombre del otro.
Sembrarnos en otras tierras para crecer juntos
Ser útil a la comunidad, encontrar sentido en el servicio al otro,
Ganar una sonrisa, acompañar a la soledad,
Dejar atrás la rutina, la pasividad, al ayudar nos ayudamos,
A veces ser voluntario puede ser un pequeño milagro, esos que suceden cada día cuando acudes a una cárcel, a un hospital, a una residencia, esos lugares donde no entra el dinero, y donde el dolor y sufrimiento están presentes.
Acompañando para trasformar las realidades cotidianas de todos”.
Isabel Paniagua