Bizitegi lleva muchos años trabajando con personas en exclusión. En los primeros “Bizitegis”(como se nos conocía hace 37 años), convivían personas con diversas problemáticas, apoyadas por personas voluntarias que les acompañaban en sus procesos individuales. Desde esos primeros pisos, Bizitegi ha ido abriendo diferentes servicios, dando respuesta a las necesidades que iban surgiendo en distintos barrios de Bilbao. Uno de estos servicios ha sido los pisos para personas sin hogar.
Dirigidos a personas que no pueden acceder a ningún tipo de vivienda, por carecer de recursos económicos, sin documentación, empadronamiento, en situación irregular… o por no poder mantenerse en otros servicios residenciales, se encuentran en la calle o en alojamientos municipales temporales. Para ellas, estos pisos pueden ser una primera puerta para dar el paso a una vivienda o alojamiento más autónomo y normalizado.
Entendemos que este tipo de alojamiento no es el ideal para muchas personas, porque existe un acompañamiento y seguimiento personal cercano, pero en muchas ocasiones es su única opción. También sabemos que somos un parche, a un problema grande que deberían solucionar las instituciones, pero nuestra misión, visión y valores nos hace apostar por ello y dedicarle esfuerzos para darle una continuidad.
Hace poco le preguntamos a un hombre que vive en estos pisos, lo que había supuesto para él disponer de este tipo de alojamiento y su contestación nos hace seguir adelante con el proyecto, puesto que le había supuesto “Todo”. Lo primero de “Todo” disponer de un sitio seguro, que siempre está ahí, seco, y acogedor, donde poder disfrutar de un espacio íntimo para descansar, equipado con lo necesario para llevar a cabo las actividades de la vida diaria: higiene, alimentación, ocio… para después realizar, como es su caso, una formación, que de otra manera no hubiera sido posible. Además de retomar hábitos que había perdido, mejorar su calidad de vida y volver a sentir, “de nuevo”, un hogar.