Soy vecina del barrio de Uribarri y no conocía esta palabra. La primera vez que la oí fue mi primer día de prácticas como Educadora Social en el centro de día de Bizitegi en Uribarri.
Me lo explicaron: como su nombre indica, es un lugar de encuentro, ya que con el proyecto pretende juntar a personas del barrio y personas usuarias. Pero para ello, necesitábamos a personas del barrio que quisieran participar.
Lo primero que hicimos fue presentar el proyecto a las personas usuarias. Se mostraron motivadas con las actividades que se pretendían llevar a cabo. Curiosamente, lo que más les llamó la atención fue el teléfono de escucha, con el que se pretende cubrir las necesidades de personas que quizás se encuentran solas o simplemente necesitan hablar con alguien y no tienen con quien. ¡Ahí estarán las personas de Bizitegi para escucharlas!
Pasamos a hacer la difusión, para lo que llevamos a cabo un trabajo de varias horas. Primero de todo, escribimos cartas personalizadas a las personas del barrio a puño y letra. A pesar de las dificultades que presentaban algunas ya sea por el idioma, o por no haber escrito en años, hubo una gran participación en esta tarea. Queríamos acercarnos a las personas del barrio de una manera cercana y en la que la participación de las personas usuarias tuviera un gran peso. Queríamos hacerlas a ellas creadoras y participes en el proyecto, para que se involucraran en él al máximo.
Una vez terminado, tuvimos que preparar las cartas, introducirlas en sobres y escribir las direcciones, para finalmente echarlas en los buzones. ¡Como si de una oficina de Correos se tratara!
No voy a decir que lo hicieran sin rechistar, porque alguna queja ya se oía, pero ellos mismos decían: nos quejamos por quejar, y a pesar del dicho en el hecho trabajaban gustosamente.
Tras cuatro meses de trabajo, en junio de este año tuvimos por fin la oportunidad de estrenar el proyecto en formato online, con la participación de 3 señoras del barrio, que aparentemente, quedaron contentas con la experiencia. En septiembre se retomará tras las vacaciones de verano.
Hay que tener en cuenta que es un proyecto muy nuevo, ya que se puso en marcha en octubre de 2018. Estoy segura que dentro de un par de años se hablará, se comentará y se leerá Aurkigune por las calles, por el barrio de Uribarri e incluso por otros distritos de Bilbao, sirviendo este proyecto como referente para la inclusión en la sociedad. Entonces estaré todavía más orgullosa de haber formado parte de ello.
Noemí García