Sin hogar: «La mala racha dura» (segunda carta)
/ Sinhogarismo / Por Bizitegi / Deja un comentarioEsperaba haberte escrito antes, pero la verdad es que no he visto el momento...
El acompañamiento residencial es una de las labores más importantes que el personal educativo puede llevar a cabo con las personas con las que trabaja. Es un aspecto de nuestro trabajo que requiere una gran dedicación y compromiso, pero con resultados muy gratificantes y determinantes en los procesos de acompañamiento.
Una de las claves en este tipo de acompañamiento es la realización de asambleas de piso. En ellas se pueden expresar opiniones y preocupaciones, tomar decisiones conjuntas y establecer normas de convivencia que permitan mantener un ambiente agradable y respetuoso. Las asambleas de piso son un espacio de participación y empoderamiento que favorece el desarrollo de habilidades sociales y la creación de vínculos entre las personas convivientes.
Otro aspecto fundamental del acompañamiento educativo en pisos es el apoyo en tareas de limpieza de las habitaciones y zonas comunes. La realización de estas tareas no solo contribuye a mantener un ambiente higiénico y saludable, sino que también favorece el aprendizaje de hábitos de autonomía y responsabilidad.
El acompañamiento desde la referencia es otro de los aspectos relevantes de este trabajo. La persona educadora que actúa como referencia para los residentes de un piso debe estar disponible para escuchar sus problemas y necesidades, y ofrecerles orientación y apoyo en sus procesos.
En definitiva, el acompañamiento educativo residencial es una tarea compleja pero muy enriquecedora. El trabajo en equipo, la participación de las personas usuarias y la implicación del personal educativo son los pilares fundamentales para lograr buenos resultados en este tipo de intervenciones.
Pero además de los aspectos prácticos como las tareas de limpieza y las asambleas de piso, es importante destacar el apoyo emocional que se ofrece. Muchas personas en situación de exclusión y con enfermedad mental sufren de problemas emocionales y psicológicos, y a menudo necesitan ayuda para afrontarlos. Todas las personas necesitamos apoyo emocional en diferentes momentos de nuestra vida, pero en este caso la vulnerabilidad es mayor y requiere prestarle especial atención, dado que si no se da una base emocional con unos mínimos de estabilidad esta circunstancia redunda gravemente en el resto de los ámbitos vitales.
El personal educativo actúa como una figura de referencia y apoyo emocional, ofreciendo escucha activa y empatía. Además, puede trabajar para identificar y desarrollar habilidades emocionales y de afrontamiento, y brindarles recursos y estrategias para manejar el estrés y la ansiedad.
El apoyo emocional es fundamental para realizar un buen proceso de acompañamiento, ya que permite a las personas usuarias sentirse acompañadas y comprendidas en momentos de dificultad y vulnerabilidad. Esto contribuye a generar confianza y seguridad en ellas mismas, lo que a su vez les permite afrontar los retos y dificultades que puedan presentarse a lo largo de sus vidas
En resumen, el acompañamiento educativo residencial implica no solo aspectos prácticos como la organización de las tareas del hogar y la participación en asambleas de piso, sino también un importante apoyo emocional que puede marcar la diferencia en los procesos personales.
Julen Ahedo. Educador Social en Bizitegi
Bizitegi
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