¿Por qué se celebra este día?….
Necesitamos poner el foco en algo tan cercano, cotidiano y natural como la salud mental. Algo que nos parece lo normal, como las ruedas en un coche. Lo mismo que los coches pasan la ITV, nuestra salud mental necesita que la sondeemos y nos paremos a mirarla.
La OMS define salud mental como:
Un estado de bienestar
- en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades,
- puede afrontar las tensiones normales de la vida,
- puede trabajar de forma productiva y fructífera y
- es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
La enfermedad mental genera sufrimiento personal y social. El ámbito relacional es lo primero que queda afectado, ya sea por aislamiento, las dificultades al relacionarse, por molestar a los demás…
La enfermedad mental se expresa en descontrol: no puedo controlar mi cabeza y por eso necesito ayuda
Hay diversos factores que facilitan o dificultan nuestra salud mental:
- Está la base biológica,
- nuestra resistencia al estrés
- la dinámica relacional: las relaciones con otras personas con nuestro entorno,
- lo que traemos de nuestra familia,
- entornos que no permiten el desarrollo natural de las capacidades, afectos…,
- las condiciones laborales,
- la necesidad de dar muchas respuestas a la vez,
- la situación económica
- ……..
Y por eso poner el foco en la salud mental es importante. Para potenciar aquellos ambientes, funcionamientos personales, etc. que nos ayuden a cuidar nuestra salud.
Cuando aparece la enfermedad también sobrevuela la sombra del estigma.
Para discriminar sólo tengo que hacer énfasis en la diferencia, en los déficits y tomar distancia…
La discriminación no es patrimonio de la enfermedad mental, es una forma de relación en la que unas personas se separan de otras, las rechazan. Argumentando miedo, señalándolas como carga, complicación… o invisibilizandolas directamente…
Pero aquí ninguna persona estamos libre, inmunizada, ni con garantía, de no sufrir una enfermedad mental o un período de crisis. Por eso cuando discriminamos o nos alejamos de las personas diagnosticadas, estamos dando la espalda a una realidad en la que podemos llegar a encontrarnos. No sólo les rechazamos, sino que también estamos abriendo un abismo en el que nosotros también podemos llegar a estar.
En Bizitegi llevamos 37 años acompañando a personas con diagnóstico de enfermedad mental.
Durante este tiempo hemos ido descubriendo las dimensiones comunes que nos hacen personas, descubriendo capacidades, posibilidades… El diagnóstico es una carta de presentación que nos ayuda a entender por qué a veces actuamos distinto. Porque los niveles de estrés a los que podemos ser sometidos son diferentes. Pero como personas somos iguales y eso nos lleva a:
- Generar un ambiente de cuidado, de afecto…
- Reconocer de capacidades,
- Acoger limitaciones.
- Asumir el reto incluir incorporar, aceptar la diferencia…
- Aprender a afrontar los conflictos.
- Generar nuevas fórmulas para contribuir a la comunidad.
En Bizitegi hemos tenido la suerte de conocer a personas valientes, que hacen un gran esfuerzo por convivir con su diagnóstico, y no dejarse aplastar por él, capaces de incorporar costumbres nuevas, abandonar hábitos…
No de una forma mágica o automática como haría un robot, sino con esfuerzo, empeño, acogiendo el apoyo de las personas que les rodean. Cuántas veces hemos acompañado en las crisis, en las recaídas, en los momentos en los que el horizonte se hace negro y sólo aparece como solución el suicidio… Y no siempre hemos llegado a tiempo, y no siempre hemos sabido entender…pero seguimos luchando, aprendiendo… y reconociendo a la persona.
Afortunadamente Bizitegi no es el único espacio para este recorrido, hay otras entidades, asociaciones…
El reto es que este ambiente que genera salud no quede en el marco de una asociación un ámbito privado sino que encuentre su espacio en cada barrio, en la comunidad.
Y eso lo construimos entre todas las personas.